Cómo han influido las tecnologías en las balanzas

Los egipcios tuvieron la obligación de pesar y medir los productos destinados a la venta. En un principio se trataba de una cuerda colgada en el centro de un mástil y se trataba de comparar dos objetos, uno del cual se conocía su peso y otro del cual se desconocía. Con la llegada de los romanos se fueron incorporando más cambios y fue Leonardo Da Vinci quien creó la báscula graduada. La llegada de la revolución industrial provocó la necesidad de encontrar unidades de medida universales. La década de 1980 fue clave con la llegada de los microprocesadores, lo que facilitaría muchísimo el trabajo a la hora de usar balanzas.

En la actualidad la mayoría de las balanzas están equipadas con grandes avances la mayoría de los cuales nunca se nos hubieran pasado por la cabeza. Por ejemplo todos conocemos las balanzas comerciales que se emplean principalmente en los supermercados. Ahora mismo estas balanzas se pueden personalizar en gran medida y cuando vamos a imprimir un ticket se puede sacar con datos referentes a nuestro negocio como el nombre y dirección. Algunas son capaces de emitir incluso una factura simplificada y códigos de barras.

En cuanto a las balanzas de plataforma móvil que se emplean para pesar grandes mercancías también hay avances. Antes tenían que estar siempre enchufadas a la red o de lo contrario nos iba a ser imposible emplearlas para trabajar. Ahora las hay incluso con baterías recargables que pueden durarnos 60 horas y nos van a permitir trabajar con una mayor autonomía.

Las básculas cuentapiezas también han evolucionado a lo grande y usarlas ha dejado de ser algo tedioso. El software que incluye es capaz de contarnos el número concreto de piezas que hay cuando las colocamos para que nos indique su peso. También hay una función de alarma que podemos programarla para que suene cuando se alcance un número determinado de piezas.

Otro de los avances en general es el de los visores, la mayoría se aprecian en LED y con números cada vez más grandes que es imposible que nos lleven a error a la hora de pesar algo.